En nuestros días la expresión curriculum vitae parece poseer una significación enteramente comprensible de suyo. Y sin embargo, no debemos entenderla muy bien, porque ahora ese enunciado no se refiere al curso que ha tomado nuestra vida según lo logrado por nuestro ser y nuestro qué hacer
Lo que todo hacemos es trabajar, llevar a cabo un oficio, un empleo, una profesión. Pero en el trabajo hay algo más importante que la eficiencia, porque se trata de un factor que precisamente la hace posible.
El que es un profesional renuncia a sus intereses personales cualesquiera que estos sean y en cuerpo y alma, se pone al servicio de los interés de su profesión, cuyo fundamente ético asentado a la dignidad humana, impide tomar al hombre como un medio es decir sin ética profesional es uno incapaz de ponerse al servicio de los demás ya que una falta de ética profesional es algo muy grave, porque en realidad el etnos profesional no permite infidelidades o violaciones, el que lo comete es un profesional en falta.
En conclusión en esta parte ética del trabajo significa dentro de cualquier forma de praxis un compromiso ineludible con nosotros mismos de hacer bien las cosas, un compromiso que no se puede dejar de ser porque es un compromiso con nuestro propio ser.
Hacer bien las cosas tiene que ver para tocar lo esencial con vivir bien mi vida. De ahí que la ética del trabajo forme un imperativo ético de mi existencia.
Hay que tener muy en claro que la ética profesional no depende directamente de cartas normas o códigos de ética de distintos gremios profesionales. Ella no trata sencillamente de ponernos en el dilema de cumplir o no determinadas reglas morales. “VIVIR ES ELEGIR”
La ética profesional es libre, consciente y responsable de las consecuencias, independientemente de las buenas intenciones. Cuando se tiene ética profesional se tienen responsabilidades profesionales y directamente profesionalismo ya que la responsabilidad es la imposibilidad de apelar a un pretexto, por bueno que pudiera ser, para justificar el hecho de que no hicimos lo que vital y profesionalmente teníamos que hacer.
La vida cambia mucho, hay momentos que uno se la pasa muy bien, hay momentos que uno se la pasa muy mal, con dinero o sin este. Pero la satisfacción de hacer bien lo que uno hace, siempre se convertirá en una permanente fuerza interior, propia, para vivir y tolerar las dificultades de la vida.
La diferencia entre ser profesional y ser profesionista; tener una profesión es mantener un compromiso con un determinado saber teórico y práctico y con los demás. Este compromiso es meramente social. En cambio ser profesional es algo que no solo tiene que ver con habilidades o conocimientos y estudios realizados, sino también con una peculiar forma de responsabilidad: ser profesional en la realización de un trabajo significa que no es capaz de mantener un compromiso más fuerte y firme con lo que hace con la mera en que lo hace.
La ética del trabajo tiene entonces meramente que ver con hacer bien lo que se tiene que hacer.
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